Gijón es mucho más que sus playas, la sidra y el ambiente marinero. Es una ciudad que guarda pequeños tesoros escondidos, rincones que pasan desapercibidos para muchos turistas pero que los locales guardan con cariño. Si quieres conocer Gijón desde una perspectiva diferente, acompáñanos en este recorrido por sus secretos mejor guardados. ¡Prometemos que te sorprenderán!

1. La Playa de Serín, un paraíso escondido
Cuando la mayoría piensa en playas de Gijón, vienen a la mente San Lorenzo o Poniente. Pero a las afueras, escondida entre acantilados y verde paisaje, se encuentra la Playa de Serín. Este pequeño rincón, accesible a pie por un sendero, es perfecto para quienes buscan tranquilidad. No esperes chiringuitos ni sombrillas, aquí todo es naturaleza en estado puro. ¿Lo mejor? Las vistas al Cantábrico desde los alrededores.

2. El Jardín Botánico Atlántico, más allá de lo típico
Aunque es conocido, pocos se adentran realmente en este pulmón verde para explorar sus rincones más mágicos. Más allá de sus senderos principales, hay zonas como el «Bosque de los Niños» o la «Carbayera de Tragamón», un robledal centenario lleno de encanto. Es un lugar ideal para conectar con la naturaleza sin salir de la ciudad.

3. Cimavilla más allá de su fachada turística
Cimavilla es el barrio más emblemático de Gijón, pero si te atreves a explorar más allá de sus calles principales, encontrarás joyas como el antiguo lavadero de mujeres en la calle Capua o murales escondidos que cuentan la historia del barrio. Además, hay bares locales, como «La Cuadra», donde sentirás el auténtico espíritu gijonés.

4. El Parque del Cabo San Lorenzo, un mirador para el alma
Muchos visitan el Cerro de Santa Catalina por el famoso Elogio del Horizonte, pero pocos conocen el Parque del Cabo San Lorenzo, un lugar perfecto para pasear, hacer picnic o simplemente contemplar el mar en silencio. Desde aquí, puedes observar cómo los acantilados se mezclan con el verde asturiano.

5. La Fuente de los Caños de San Pedro, un toque medieval en pleno centro
Oculta entre los muros de la antigua muralla romana, esta fuente pasa desapercibida para muchos. Su origen medieval y su ubicación en el casco antiguo la convierten en uno de los lugares más pintorescos para detenerte unos minutos y sentir el peso de la historia bajo tus pies.

6. Los secretos del Monte Deva
Un lugar ideal para escapar del bullicio es el Monte Deva, un espacio natural a pocos minutos de la ciudad. Aquí encontrarás miradores espectaculares y rutas poco transitadas. Si eres fan de las estrellas, es uno de los mejores lugares para ver el cielo nocturno en Gijón.